Me pretenden!: ¿Acoso o galantería?
¿No les ha pasado que se sienten abrumadas
con tanta atención masculina?
¿Será un asunto de poder que nos vean como
sujeto de su admiración, en el cual debamos responder a sus “instintos”?
¿Qué esperan los hombres cuando se sienten
atraídos a una mujer?
¿Por qué siempre el acoso se normaliza, en
relaciones cuando un hombre “pretende” a una mujer?
¿Por qué esperan respuestas inmediatas?
Pues
son muchas preguntas las que me hago cada vez que un chavo me habla a la 1 am
obviamente por que se fue de copas, en la que me encuentro plácidamente con mis
lecturas, en mi espacio de silencio, par declararme su amor y toda la
admiración que siente por mi persona y por que “secretamente” se enamoró de mi.
Podrá
parecer pretencioso este tipo de situación pero creo que a más de una le han
llamado a altas horas de la noche, por lo general hombres que se envalentonaron
para declararles su amor, para enumerarles sus cualidades en un “acoso”
disfrazado de galantería.
¿Les
han llamado para decirles cómo fue la primera vez que se vieron?, ¿les han
dicho que ropa llevaban ese día o como iban vestidas?, ¿les contaron, incluso,
que pensaron cuando las vieron?, ¿les escriben cartas enormes en las que les
describen sus pensamientos sobre que les van a pedir la próxima vez que las
vean y les platican cuantas veces al día piensan en ustedes?, ¿No les han
platicado cual sería la mejor forma de enamorarlas, las palabras, momentos,
como las van a tomar de la mano, en sí todos los escenarios en las que las
sueñan? O en el peor de los casos como se llamaran los hijos, cuándo, cómo y dónde
se casaran que pensaran los amigos de estas situaciones, etc. etc. No creo ser
la única a la que le pasa esto.
Me
pongo a pensar que difícil es poder disfrutar de momentos de soledad con tanta
atención masculina y lo peor pidiendo respuestas rápidas y específicas. ¿Será
que yo no tengo esa idea del romanticismo? o simplemente creo que me da flojera
pensar en el “amor” a altas horas de la noche y con prioridades como hacer la
tarea, buscar donde vivir, sacar buenas notas en una maestría y reconstruir la
dignidad de las mujeres a través del feminismo. ¿Será que todo esto no me
permite ser romántica? ¿O de plano comprendo que estas situaciones más que
galantería es un acoso disfrazado?
¿Por
qué disfrazado? Por que parece normales estas situaciones que las mujeres deben
recibir piropos, que es normal que nos inviten a salir, que nos manden correos,
cartas, fotos, mensajes, llamadas y a todas les debamos contestar amablemente y
de buen humor por que somos unas “buenas mujercitas”, sino seremos amargadas,
feminazis o lesbianas.
Esta
normalizada esta violencia hacia las mujeres, pero no deja de ser violencia. El
primer paso es reconocerla. Sin embargo no es agradable recibir este tipo de
“galantería” a las tres de la mañana y mucho menos leernos cartas de
declaración de amor de 10 cuartillas, donde su recurso sea decirnos que están “enamorados”.
El discurso romántico es una asunto de poder.
¿Por
qué de poder?. Mientras los hombres sigan continuando estas prácticas de
galantería donde las mujeres debamos responder y sobre todo rápidamente por que
también en ello radican las relaciones de poder. Las mujeres que les responden
a las galanterías masculinas son las femeninas que comprenden que un hombre se
enamoro y que debe poseer a la mujer.
Me
parece absurdo que decidan sobre una por que una vez iniciada la relación se
tienen que adaptar a los deseos masculinos. No se ustedes pero me he sentido
acosada muchas veces, sobre todo por que decirte que estas guapa, enumerarte
todas tus características, no es sinónimo de una cultura romántica, más bien me
parece una perpetuación de las relaciones de poder y de subordinación. “Yo
hombre te pretendo, te digo que me gusta de ti y deseo poseerte y tu mujer
debes darme esas facilidades por que estoy siendo amable”.